¿Es verano y quieres refrescarte en el jardín, pero afuera hace tanto sol que te abrasas y dentro de la casa parece un horno? Bueno, la solución son las pérgolas bioclímáticas. ¿Quieres saber de qué se trata? ¡Sigue leyendo!
¿Qué son las pérgolas bioclimáticas?
Las pérgolas bioclimáticas son estructuras hechas a base de aluminio que se sitúan en los exteriores de las edificaciones. Por ejemplo, sobre un espacio social como el jardín o la terraza.
Dicha estructura tiene un conjunto de láminas de aluminio en paralelo que suelen ser orientables. De este modo, se puede controlar la cantidad de luz que pasa hacia abajo y, a su vez, permite una ventilación fluida. ¡La tecnología ideal para climas calurosos!
En pocas palabras, las pérgolas bioclimáticas evitan que se cree el efecto invernadero, y además dan una sombra afable. Algunas pérgolas vienen con sistemas de domótica incluidos que hacen que las láminas se orienten según la dirección y la intensidad del sol.
Ventajas de las pérgolas bioclimáticas
Esta es una tecnología que ha ido cobrando más y más popularidad en los países calurosos. Pero ¿por qué? Bueno, veamos algunas de las ventajas de las pérgolas bioclimáticas.
Funcional en cualquier época del año
Seamos sinceros, no siempre hace un sol radiante. A veces, también llueve. Es por esto que las pérgolas bioclimáticas están diseñadas para lidiar con esta situación.
Las láminas pueden orientarse de modo que impidan el paso del agua, desviándola hacia los laterales. Allí, el agua puede almacenarse y usarse posteriormente.
Las pérgolas bioclimáticas también pueden usarse en climas fríos. Si quieres algo de calor, simplemente orienta las láminas hacia el sol, de modo que pase una buena cantidad de luz.
Un toque de modernidad
Una pérgola es un elemento muy elegante, ya que a la vez que es funcional, también decora. Puede darle un toque de modernidad a tu jardín o terraza, creando un espacio ideal para fiestas y reuniones con los amigos o familia.